Quito, la capital de Ecuador, es una ciudad que mezcla la historia colonial con la modernidad en un entorno andino impresionante. Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, Quito ofrece una rica experiencia para los viajeros.
Imbabura, ubicada a tan solo 2 horas de Quito, es una provincia mágica donde la riqueza natural y la herencia cultural se funden en un solo destino. Conocida como la «Provincia de los Lagos», Imbabura deslumbra por sus paisajes andinos, su gente cálida y sus profundas raíces.
Adéntrate en el corazón de Imbabura visitando comunidades indígenas como Otavalo, Caranqui o Cotacachi. Conoce sus costumbres, participa en rituales ancestrales, aprende sobre su medicina natural, su música tradicional y su arte textil, famoso en todo el mundo.
Este emblemático lugar es el punto de encuentro cultural de la ciudad. Disfruta de un paseo entre artesanías, plazas coloniales y la arquitectura tradicional que conserva el encanto de la región.
Un verdadero paraíso natural. Aquí puedes caminar entre bosques nublados, descubrir la mística Laguna de Cuicocha, observar aves endémicas y respirar aire puro en uno de los ecosistemas más diversos del país.
A pocos minutos de Otavalo, esta cascada sagrada para la cultura kichwa es perfecta para una escapada espiritual y natural. Sumérgete en sus aguas y siente la energía ancestral del lugar.
Si buscas aventura, explora la zona de Intag, donde varias cascadas se esconden entre montañas, bosques y caminos ideales para el senderismo, el ciclismo de montaña o el avistamiento de aves.
Es un lugar donde la creatividad y el talento se respiran en cada rincón. Reconocido a nivel nacional e internacional como la Capital del Arte en Madera.
Deléitate con el yamor, la fritada, el cuy asado, hornado o las tradicionales empanadas de viento o morocho. En cada rincón de Imbabura, la gastronomía es un viaje de sabores que conecta con la identidad del pueblo. Disfruta de las tradicionales nogadas, arope de mora y helados de paila.
Tanto Quito como Imbabura ofrecen una fusión única de cultura, historia y naturaleza que encantará a cualquier viajero. Desde la riqueza patrimonial de la capital hasta el alma viva de los Andes en Imbabura, el Ecuador profundo te espera con los brazos abiertos.

