El Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio) falleció, el 21 de abril de 2025, en su residencia, Casa Santa Marta, en el vaticano, a los 88 años. Lideró la iglesia católica desde marzo de 2013, después de que Benedicto XVI renunciara al papado, convirtiéndose en el primer Papa de origen latinoamericano.
Fue un hombre humilde que practicaba lo que predicaba, mantuvo la calidez y sencillez. Además, se destacó por su inclinación hacia una Iglesia más austera y dedicada al servicio de los pobres.
Vida de servicio
Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 y fue el mayor de cinco hermanos. Se graduó como técnico químico en la escuela secundaria, y trabajó como portero de un club nocturno y barrendero.
En 1960, había dejado su trabajo como técnico químico para entrar en el seminario en la Compañía de Jesús. Tras ser ordenado sacerdote en 1969, estudió humanidades y filosofía en Argentina, vivió en Chile y un breve tiempo en Alemania. Enseñó literatura y psicología en colegios jesuitas.
En 1992 fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires, en 1998 se convirtió en arzobispo. El papa Juan Pablo II lo nombró cardenal en 2001 y asumió cargos en la Curia. Además, fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos períodos consecutivos, desde noviembre de 2005 hasta noviembre de 2011.
El 13 de marzo de 2013, en la quinta ronda de votaciones del segundo día del cónclave, el cardenal Bergoglio fue elegido sucesor de Benedicto XVI y se convirtió en el primer papa americano. Y, además, fue el primer pontífice de la orden jesuita, una orden católica romana de religiosos fundada por San Ignacio de Loyola.
También fue el primero en adoptar el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, que vivió una vida de humilde servicio a los pobres, y también recordando a San Francisco Javier, miembro fundador de los jesuitas.
Legado
Desde su posición el papa marcó un llamado constante a la humildad, la justicia social y la solidaridad con los más necesitados. Uno de sus documentos más influyentes fue la encíclica Laudato si’, publicada el 18 de junio de 2015, donde instó a la humanidad a cuidar «la casa común» y reflexionó sobre el impacto del cambio climático y la responsabilidad ética frente al medioambiente.
El papa sostuvo posturas firmes en temas como la eutanasia y el aborto. En la Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe, condenó la eutanasia como un “crimen contra la vida humana”, subrayando que ninguna autoridad puede legítimamente permitir ni imponer tal práctica. En cuanto al aborto, afirmó que se trata de un problema humano, no solo religioso, y argumentó en base a criterios científicos: “A la tercera semana de la concepción, muchas veces antes de que la madre lo sepa, ya están todos los órganos, incluso el ADN”.
También promovió el diálogo interreligioso como camino hacia la paz y la fraternidad. “El diálogo es un antídoto contra el extremismo”, escribió en un mensaje dirigido a la Delegación del Comité Judío Internacional para las Consultas Interreligiosas.
Desde la PUCESD nos mantenemos en duelo por la tan irreparable pérdida de uno de los líderes de la iglesia.