Georgina Cagua, Testimonio Alumni
En la vida hay diferentes etapas y experiencias que forjan y construyen nuestra personalidad y profesionalismo. Una de ellas, es la elección de mi carrera y haberla iniciado en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Sede Santo Domingo. Esto ha permitido cimentar mis bases como educadora, por la gran preparación del claustro docente, que, con sus sólidos conocimientos y vivencias me dejaron huellas impregnadas que motivan a seguir preparándome.
En múltiples ocasiones escuchamos frases como “escogí la carrera por vocación”, pero esta elección no es limitada, la vocación se construye, se modula y se reconstruye permanentemente a lo largo de la vida. En este sentido, seguir preparándose en nuestra rama es imprescindible, porque cada grupo de estudiantes es un mundo diferente, que requiere ser atendido y al elegir ser docente, debemos estar dispuestos. En este sentido, la oportunidad brindada por la universidad de seguir superándose profesionalmente y personalmente a través de una Maestría en Innovación en Educación, ha generado diversas experiencias y retos que conlleva al fortalecimiento de mis habilidades profesionales. Esto permite mejorar mis prácticas pedagógicas tanto en educación general básica como a nivel universitario.
De igual manera, lograr un postgrado me ha permitido en el nivel de educación básica, analizar, reflexionar y tomar decisiones orientadas a enfrentar los grandes retos de la educación del siglo XXI. Tener una visión más amplia con el conjunto de saber que he aprendido para resolver los problemas educativos, orientar al desarrollo de mi grupo de estudiantes a ser en lo posible creativos, emprendedores, críticos, competentes en las TIC, autónomos y sobre todo, que tenga empatía. A veces son acciones que se dificultan lograrlos, pero con persistencia y compromiso se alcanzan.
Asimismo, me ha brindado la oportunidad de ser parte de la planta docente en el periodo 2020-2021, adquiriendo mayor experiencia e impulsando a nuevos proyectos profesionales y personales. En la actualidad, obtener un título de cuarto nivel nos da la facilidad de avanzar y de afrontar otros cargos que conllevan a orientar y mejorar la educación desde otros ámbitos como: autoridad de una unidad educativa, coordinador zonal, asesores educativos, distritales, etc., que son dignidades que, además del factor económico, requiere profesionales que dominen el área. Al elegir otro nivel académico en una universidad de prestigio como lo es la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Sede Santo Domingo, lo hacemos porque somos conscientes del cambio que se debe hacer en nuestro contexto educativo.
Agradecerle a la universidad, por las experiencias que me han permitido adquirir como estudiante y profesor de la misma, potenciando a seguir formándome y fortaleciendo mi carrera profesional e impulsando a la consecución de otros logros académicos.
Georgina Cagua, Mg.