Irina Mosquera, Testimonio Alumni

Irina Mosquera, Testimonio Alumni

En el año 2010 inicia mi primera carrera de pregrado enfocada en el área de servicios, donde tras la búsqueda de varias universidades a nivel local decido matricularme en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede de Santo Domingo, en la Escuela de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras.

Sin duda alguna, fue un trayecto de experiencias que hoy en día representan agradables e inolvidables recuerdos, no solo por los vínculos de amigos/as que creas en este proceso de época universitaria, sino que con el pasar de los años, aprecias y valoras el esfuerzo de cada uno de los educadores, o “Inge” que era como los llamábamos en aquel tiempo, ya que desde un nivel profesional fueron mis primeros ejemplos a los cuales admiraba en tema de conocimientos y experiencias que transmitían en cada una de las clases a través de sus vivencias.

Irina Mosquera, Mg.

Al culminar toda esta trayectoria de formación universitaria, mi felicidad de graduarme y de haber logrado conseguir mi título como Ingeniera que era lo que tanto quería a esa edad, fue tan evidente que se convirtió en un motor imparable de querer avanzar en cada uno de mis sueños y metas. Con lo cual, tras un tiempo de haber laborado en la empresa privada gestionando procesos de empresas del sector turístico, decido formarme como Magister en Administración de Empresas Hoteleras en la Universitat Barcelona – España durante un año y medio, donde toda esta gran experiencia dio lugar a una nueva y totalmente distinta.

Fue un año donde tuve la oportunidad de trabajar en una ONG catalana como Educadora Social de menores, entre catorce y dieciséis años de edad. Ubicada en Castelldefels a 45 minutos del centro de la ciudad de Barcelona, realizando una labor que despertó en mi, el entusiasmo de trabajar por y para el servicio de las personas en estado de vulnerabilidad psicológica.

Tras finalizar los dieciocho meses de estadía en un país donde aprendí a valorar las diferencias culturales y a respetar las ideologías de las personas, retorno a Ecuador a mi ciudad natal Santo Domingo de los Tsáchilas donde dos de sus mejores hoteles (Grand Hotel Santo Domingo y Hotel Zaracay) considerados así por la población santodomingueña, me abren sus puertas y me dan la oportunidad de laborar para su organización, en el área de la administración del personal del departamento de reservas y, de banquetes y restaurante convirtiéndose en una experiencia de total compromiso con el cliente a través de su bienestar, reflejado en la organización y la adecuada gestión del talento humano a cargo.

No obstante, en el transcurso de este tiempo decido transformar mis conocimientos con un Masterado en Dirección y Gestión de Recursos Humanos en la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR). Lo cual me permitió afianzar la parte técnica de la formación, con la experiencia que se venía desarrollando en las labores cotidianas a mi cargo.

Sin embargo, con la actual pandemia COVID-19, las empresas del sector turístico y hotelero tuvieron un gran cambio en su giro del negocio a nivel económico. De esta forma, analizando todo el entorno actual y desde una perspectiva óptima, me vi urgentemente en la necesidad de reinventarme y tomar iniciativas que debían hacerme transitar en otras rutas ajenas a mi actividad habitual, representando en su momento un gran reto para mí.

Es así como incursiono en la consultoría de Recursos Humanos de la mano de una segunda carrera en Psicología Clínica, a través de un equipo de trabajo preparado y capacitado, con la finalidad de crear y desarrollar objetivamente, los procesos de cada uno de los diferentes sistemas para la gestión de personas. Teniendo en cuenta los beneficios que representa para toda empresa poseer un personal realmente capacitado y comprometido positivamente desde la parte conductual del colaborador (Engagement) mediante el acompañamiento y asesoramiento en los procesos de una desvinculación de personal y, entre otras responsabilidades sociales que aumenten el employer branding de la organización.

Hoy me siento realmente agradecida con Dios por haberme brindado la gran responsabilidad de ser la figura de Directora de Recursos Humanos, para una de las empresas que brinda trabajo no solamente a personas que residen en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas sino también, en tres localidades más como: Esmeraldas, Manabí y Sucumbíos. Junto con un personal que hemos venido liderando de la mano de otros departamentos estratégicos en el progreso empresarial del denominado Gran Sorteo Familiar. “Sin duda alguna puedo decir con seguridad que es una oportunidad y gran experiencia que la vida me ha regalado en medio de toda esta situación de  pandemia”.

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