Ramon Zamora, Testimonio Alumni
Los logros alcanzados a lo largo de la vida no solo dependen o se miden por el talento que posee una persona, sino por el grado de perseverancia que tenga al momento de perseguir y alcanzar sus objetivos personales y profesionales. En el ámbito educativo sucede lo mismo, hablando metafóricamente el educador es en esencia un médico, porque tiene en sus manos la responsabilidad de salvar vidas por medio de la adquisición de conocimientos. Es así que la misma palabra doctor proviene del latín docere que significa enseñar y por consiguiente “profesor” o “docente”.
Hoy, a través de la pandemia provocada por el Covid-19 se ha evidenciado que la labor del educador no solo se ha enfocado a través de la historia en la trasmisión de conocimientos, sino que es el docente quien genera y organiza las experiencias de aprendizaje de sus estudiantes, además del fortalecimiento de las habilidades de comunicación, empatía, autonomía e independencia, pero sobre todo resiliencia para adaptarnos a los cambios actuales.
Sin embargo, durante este tiempo se ha logrado evidenciar de manera desmesurada la desigualdad, la pobreza extrema, la desnutrición y la brecha digital, esta última ahondándose más durante la crisis sanitaria, por tal motivo, los desafíos a los que se enfrenta la educación ecuatoriana debe ser la mayor preocupación de la Cartera de Estado Ecuatoriana.
Por lo tanto, cada docente debe coadyuvar de manera significativa desde la mejora continua y desde el servicio a la comunidad, pero esto solo es posible cuándo accionamos la búsqueda de nuevos conocimientos y procesos metodológicos que se adapten a los contextos actuales. Es así que hoy en día cada profesional tiene una gama infinita de posibilidades de educación superior que le permitan propender mejoras en los procesos educativos.
Es así que, sin temor a equivocarme puedo decir que gracias a la oportunidad de haber concluido la maestría de Innovación Educativa que oferta la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Santo Domingo, es y será mi mayor acierto, porque ¡Para Ser mejor! Necesitamos seguir evolucionando, tanto en nuestra vida diaria como también en nuestras clases.
Muchos sueñan con una Utopía educativa. Yo estoy trabajando por que se convierta en una realidad.
Ramon Zamora, Mg.