Gloria Rosales, Testimonio Alumni
Comunicadora por vocación
Desde mi infancia sentí que la comunicación es parte de mi, que más allá de una profesión es algo que realmente me apasiona y que sin duda me ha llenado de aprendizajes; sobre todo en la práctica.
Luego de culminar mi bachillerato en el Colegio Julio Moreno Espinosa, en el 2010, inicié mis estudios de tercer nivel en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Santo Domingo o mi querida PUCE SD como me gusta llamarla, una institución que no solo me formó académicamente sino como persona.
Cursar la carrera fue realmente un viaje fantástico de experiencias enriquecedoras. Una de ellas la oportunidad que tuve de realizar pasantías en la Universidad de Playa Ancha (Chile), donde compartir con estudiantes de la misma rama nos brindó un nuevo enfoque del periodismo.
Sin duda, mi paso como presentadora de algunos eventos y del noticiero universitario tienen un lugar en mi memoria, pues considero que fueron los primeros espacios en los que pude desenvolverme para fortalecer habilidades como las de hablar en público, que es lo que siempre ha llamado mi atención.
De a poco la PUCE SD, se convirtió en mi casa. No solo por el horario que tenía que cumplir para titularme y la simpatía con docentes y administrativos, sino por esa confianza de abrirme las puertas a una de mis primeras oportunidades laborales.
Es así, que aun estudiando el último nivel de mi carrera, fui parte de la Unidad de Comunicación de nuestra Sede Universitaria, una gran responsabilidad que me permitió comprender lo sensible que es ejercer nuestra profesión.
Pero llegó la hora de abandonar el nido. Triste y a la vez entusiasmada de asumir nuevos retos ingresé a la función pública desempeñando el rol de comunicadora del Cuerpo de Bomberos del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Santo Domingo.
En ese tiempo, siendo parte de una institución tan noble entendí que un comunicador no solo tiene la misión de informar, sino de ser empático para generar una verdadera conciencia en la gente.
Además, de lidiar con los problemas del medio, buscar una salida a las crisis comunicacionales, es decir, ser el nexo entre la institución y la ciudadanía es algo a lo que te enfrentas y que si bien tienes las bases de la academia, lo aprendes en la práctica.
El anhelo de seguir superándome me llevó a estudiar una Maestría en Dirección de Comunicación y para ese entonces ya era parte del equipo del Gobierno Autónomo Descentralizado Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Han pasado cinco años, pero la adrenalina se siente como el primer día porque la comunicación es así de dinámica, nunca te deja en el lugar en el qué estás siempre hay algo nuevo que aprender “en el mejor oficio del mundo”.
Gloria Rosales, Alumni