Stefany Solano, Testimonio Alumni

Escribir un ensayo sobre sí mismo parece ser algo fácil, pues se tienen todos los elementos para narrarlo, sin embargo, es tanta la información que es difícil seleccionar lo más importante. Iniciaré presentándome, soy Stefany Solano, tengo 24 años, y recibí mi título como Licenciada en Comunicación social con mención en radio, prensa y televisión un 30 de mayo de 2019. Actualmente laboro como periodista y presentadora de noticias en MEGAVISIÓN TV, medio de comunicación televisivo de la ciudad de Quinindé, perteneciente a la provincia de Esmeraldas.

Mi amor por la comunicación surgió desde la infancia, dado que veía las noticias y anhelaba de grande poder cumplir ese sueño, presentar todos los acontecimientos importantes que enfrentaba la comunidad y tratar de buscar soluciones a diferentes problemáticas, además, motivar a la reflexión y sobre todo mantener informada a la ciudadanía. Hoy ese sueño es una realidad, comprendiendo que falta muchísimo camino por recorrer, claro que sí, pero estoy inmensamente agradecida con Dios, la vida y con mi familia por todos los logros obtenidos hasta ahora.

Creo firmemente en que lo que es para uno, llega sin forzarlo, que el universo conspira a nuestro favor y todo fluye. Mis inicios en televisión fueron de manera empírica, dado que en el 2014 acompañé a una amiga a una audición para un programa juvenil, en el que también me presenté y fui seleccionada. Trabajé varios meses allí, posteriormente en un programa de farándula y una revista familiar. En ese contexto, entendí que el destino tenía más cosas preparadas para mí. Audicioné en otro medio de comunicación local, donde también fui aceptada y trabajé en otra revista familiar y como presentadora de noticias.

Todo iba bien, pero yo quería ser mucho más y por motivación de mi jefa en ese entonces y el apoyo de mi familia decidí retirarme del canal para seguirme preparando y obtener mi licenciatura en Comunicación social. La aventura educativa en busca de mi título profesional inició un 20 de abril del 2015. Fueron más de 3 años de viajes a las 5 de la mañana para poder llegar a la universidad a recibir clases a las 7 a.m. y al culminar la jornada retornar a mi hogar, que quedaba a 2 horas de distancia. Una muestra de que cuando uno quiere, uno puede, sin importar los obstáculos que se presenten. El último año por motivos de pasantías decidí radicarme en la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Un 2 de marzo de 2019 defendí mi tesis de grado y logré obtener los frutos de todo lo sembrado durante 4 años de carrera universitaria. Escribiendo estas palabras aun existen muchos sentimientos encontrados y gratitud con cada uno de los docentes que contribuyeron a mi formación profesional y humanitaria. Guardo en mi corazón a quienes además de profesores fueron verdaderos amigos, dando consejos sabios para que uno jamás se rinda.

El 2019 inició mi trabajo como toda una profesional en el canal que me abrió las puertas años atrás, ya no era solo presentadora de un programa familiar y de la emisión de noticias, sino que esta vez tenía que elaborar los reportajes, salir a las calles, conocer las vivencias de las personas, sus requerimientos e interpretar cada uno de ellos para poder presentarlos de la manera más adecuada a la población y mantenerlos informados.

La etapa laboral o al menos los inicios no se parecen ni en lo mínimo a todo lo vivido en la universidad. Por eso queridos lectores, aprovechen su tiempo en ella, sean una esponja que absorbe todos los conocimientos impartidos, disfruten sus clases, valoren el tiempo dedicado por los docentes, pregunten y repregunten, den su mejor esfuerzo en cada proyecto que les permita ir puliendo y preparándose para lo que les depara la verdadera realidad profesional.

Mis primeros reportes en vivo desde exteriores fueron realizados con mucho nerviosismo, tardaba horas redactando los párrafos para mis reportajes, no dormía pensando en cuales serían los temas en los que me enfocaría al siguiente día y para finalizar estaba compitiendo con un compañero por la plaza de trabajo. Al final mis esfuerzos volvieron a dar frutos, conseguí adaptarme a la rutina, a cumplir con mis obligaciones laborales sin estresarme más de lo debido y logré quedarme con la plaza de trabajo, por eso les vuelvo a recordar que todo con esfuerzo, sacrificio y perseverancia se consigue.

Otro de los retos a los que actualmente nos seguimos enfrentando los periodistas es la pandemia de covid19, la cual llegó a Ecuador en el 2020 y hasta el momento no da indicios de querer desaparecer. Con mucho miedo y temor por nuestra propia vida y la de nuestras familias, nos tocó ser valientes y seguir cumpliendo con nuestra labor. Estar en territorio entrevistando a diferentes personas sobre los acontecimientos que se presentaban para mantener informada a la comunidad. La mascarilla de bioseguridad, la desinfección constante y el distanciamiento social, son nuestros aliados para evitar contagiarnos al momento de realizar nuestro trabajo. Y así se presentarán muchos obstáculos que tendremos que superar en nuestra vida profesional, entre ellos coberturas riesgosas sobre temas de delincuencia, inseguridad, catástrofes naturales, entre otras. Enfocándonos siempre en nuestra misión, informar y ser una guía para la sociedad; pero siempre conscientes que debemos protegernos y precautelar nuestro bienestar.

A pesar de que mi preparación universitaria culminó, la formación es continua. He podido asistir a cursos impartidos por periodistas y locutores nacionales, que además de brindar nuevos conocimientos, comparten sus experiencias y cada una de ellas son un gran aporte.

Este 2022 espero sea un año lleno de logros para cada uno de nosotros. La preparación profesional continúa, son muchos los sueños y anhelos que quiero cumplir y estoy trabajando por ellos. Mi mensaje final para ustedes es que confíen en su talento, en lo que dicta su corazón, luchen por sus sueños hasta convertirlos en una realidad y aprovechen el tiempo, que se va y no vuelve.

Bendiciones.